Niñas no identificadas. Autor desconocido.
Herederos de los retratos pintados y las miniaturas, los retratos fotográficos estuvieron reservados a las clases acomodadas. Sin embargo, con la aparición de la carte de visite aparecen nuevos usos para la fotografía, como el registro de sitios y personajes exóticos que se vendían como curiosidad o por interés científico. La inmigración masiva que se dio en el país en las últimas décadas del siglo XIX y primeras del siglo XX favoreció la popularización de esta técnica, porque cada vez más gente deseaba tener un retrato para mandar a sus parientes que habían quedado en sus países de origen. Este tipo de retratos se distinguen por la vestimenta de los retratados, evidentemente menos lujosa, y la carencia total o parcial de los atributos que los fotógrafos agregaban al escenario de la toma. Así, mientras las niñas de la clase acomodada visten sus trajes a la moda y se recortan en un fondo donde hay muebles o decorados, lujosos o que simulan lujo, estas dos niñas de sectores humildes aparecen retratadas sin posar, en un ambiente vacío de símbolos. Curiosamente, esta carte de visite no lleva sello del fotógrafo.