Los dinosaurios del Cretácico: Kritosaurus australis

Kritosaurus Australis

Finalmente, entre los grandes grupos de dinosaurios se encuentran los ornitisquios hadrosaurios o “dinosaurios pico de pato”. Estos dinosaurios bípedos de unos 6 metros de longitud poseían largas manos con garras planas en forma de pala, y un hocico armado de dientes pequeños y poco filosos que remataba en un pico sin dientes. Estas características únicas de los hadrosaurios indican que estos animales tenían una dieta estrictamente herbívora. Los hadrosaurios fueron dinosaurios casi exclusivos del hemisferio norte, que arribaron a nuestro continente a finales del período Cretácico cuando, debido a los movimientos de la corteza terrestre, se conectó Centroamérica con América del Sur. Este puente terrestre permitió que los dinosaurios del norte arribaran a nuestro territorio y viceversa. En nuestro país han sido encontrados numerosos ejemplares del dinosaurio “pico de pato” Kritosaurus australis, en la provincia de Río Negro.

Con excepción de aquellos pequeños que hoy llamamos aves, la mayor parte de los dinosaurios, junto a muchos otros tipos de reptiles diferentes, encontraron su fin a finales del Cretácico, hace unos 65 millones de años. Es por eso que ningún hombre pudo haber visto jamás un dinosaurio vivo, y que se desconoce gran parte de sus características, como el color de su piel o la forma de sus ojos.

Por otra parte, poco se sabe acerca de qué fenómeno pudo haber producido la extinción de estos formidables reptiles. Los científicos han formulado una gran cantidad de hipótesis, entre ellas la aparición de nuevas enfermedades y epidemias, la proliferación de pequeños mamíferos semejantes a ratas (que comerían sus huevos), la aparición de sustancias tóxicas en las plantas con flores o grandes erupciones volcánicas. Sin embargo, posiblemente la hipótesis que cuente con un mayor sustento sea aquella que indica que fue el impacto de un meteorito lo que acabó con toda aquella fauna tan particular de reptiles. En efecto, el hallazgo de un enorme cráter de varios kilómetros de diámetro, en México, sugiere que a fines del Cretácico dicho impacto habría levantado una gigantesca nube de polvo y fuego (tal como se observa en la actualidad con algunos volcanes) de una magnitud nunca antes vista. Esta enorme nube polvorienta habría tapado el cielo a lo largo de toda la Tierra, impidiendo que los rayos solares alcanzaran la superficie terrestre durante décadas. Esta oscuridad habría impedido a las plantas recibir la energía lumínica necesaria para poder producir la fotosíntesis, y se habrían secado. Sin alimento, los dinosaurios herbívoros las habrían seguido en su desaparición, y finalmente, tras de ellos se habrían extinguido los dinosaurios carnívoros.

Se supone que luego de que la nube de polvo se hubiera aplacado, pequeños animales, como tortugas, mamíferos semejantes a roedores y pequeñas aves habrían resurgido de sus refugios y recolonizado la Tierra.