El Museo y la construcción de una memoria colectiva

Edificio del Museo Histórico Nacional.

Fundado a fines del siglo XIX con el objetivo de guardar la memoria de la Revolución de Mayo y las guerras de la Independencia, el Museo Histórico Nacional nació como un espacio conmemorativo de episodios considerados hitos fundacionales de la nación.

En sintonía con la historiografía liberal y con el objetivo de fijar los hechos y personajes que constituirían nuestra historia, el Museo fue concebido como un espacio destinado a construir una tradición de memoria capaz de brindar unidad a la sociedad por medio de la conjunción entre ciertas ideas de la historia, la memoria y la nación. En ese marco, hechos y personajes fueron seleccionados, organizados en una narrativa e interpretados siguiendo la línea fundante de historiadores como Bartolomé Mitre y Vicente Fidel López.

Fue Adolfo P. Carranza (1857-1914), primer director del MHN, quien se encargó del armado concreto de este espacio: su iniciativa permitió reunir la colección de objetos emblemáticos del Museo, como también una cantidad considerable de retratos y cuadros de motivos históricos. Carranza puede considerarse el protagonista principal de la construcción de nuestra iconografía y de la transformación de esos objetos en reliquias históricas.