La Tierra y la Luna, de Auguste Rodin

Mármol, 133 x 97 x 89 cm.

Auguste Rodin (Francia 1840-1917) reaccionó contra los valores artísticos del arte académico. Así, adopta la técnica escultórica del “non-finito”, lo no acabado, ya empleada por Miguel Ángel en el siglo XVI. Esta técnica (en la cual el artista esculpe parte del bloque, dejando las figuras ligadas al bloque de piedra) le permite poner en valor las superficies opacas –que contrastan con las finamente pulidas– y también incorporar la materia rugosa como parte expresiva de la obra. Las figuras parecen fundirse en la materia, presentando formas abiertas y de bordes difusos.

Esta obra fue adquirida por Eduardo Schiaffino en 1906 junto con El Pensador, escultura del mismo autor, expuesta en la plaza del Congreso.