Evidencias paleontológicas de la evolución

Trilobite.

Hay muchas evidencias que confirman que los organismos actuales son el resultado de la evolución.

a) Evidencias paleontológicas – Los fósiles

Un fósil es cualquier evidencia de vida en el pasado. Los diferentes estratos geológicos se pueden reconocer a través de los fósiles que contienen. Esto se conoce como la correlación de los fósiles: los fósiles que están depositados en estratos sucesivos se ordenan desde los más antiguos a los más modernos, es decir que los fósiles más viejos son aquellos que se encuentran en los estratos inferiores.

Se observa, además, que casi todos los fósiles encontrados en las capas de rocas más bajas (y por lo tanto más antiguas) son muy diferentes de las formas modernas, a las que se van asemejando a medida que se avanza hacia arriba, hacia las rocas más jóvenes.

Dada la similitud morfológica entre algunas especies fósiles y algunas actuales, se pueden establecer relaciones de parentesco entre ellas. De esta manera los fósiles permiten tener un panorama de los cambios que ocurrieron durante la historia de la vida en la Tierra y, por lo tanto, son una prueba de la existencia de la evolución.

La columna vertical de estratos geológicos representa un registro tangible que muestra qué especies vivieron y cuándo. Darwin observó que las especies íntimamente afines tienden a encontrarse cerca unas de las otras en estratos sucesivos. ¿Es posible que esas secuencias sean solo coincidencia? Darwin consideraba que no, que las especies íntimamente afines se suceden unas a otras en el tiempo y viven en espacios cercanos porque están relacionadas mediante la descendencia evolutiva.