1977. Juan Pablo Renzi.
Óleo sobre tela, 150x 120 cm.
Donación María Teresa Gramulio, 2004.
Juan Pablo Renzi (1940-1992) fue protagonista de las vanguardias estéticas y políticas de fines de los años sesenta y una figura activa en la organización de Tucumán Arde, una obra colectiva de carácter político presentada en 1968 en Rosario y luego en Buenos Aires, con utilización de la calle como soporte para sus mensajes críticos. Algunos de los postulados de aquella propuesta fueron la oposición al Operativo Tucumán, ordenado por la dictadura de Juan Carlos Onganía, el apoyo a los trabajadores de los ingenios de la mencionada provincia norteña y la rebeldía contra el arte burgués.
Luego de abandonar la actividad plástica, hasta mediados de los setenta, el artista se volcó a un realismo intimista en el que se incluye El día de la primera comunión, obra en la que Renzi se autorretrató recurriendo a la mediación de una imagen fotográfica: la de su primera comunión, vestido con el traje blanco habitual de los años cincuenta. En un segundo plano, en una duplicación que implica el recuerdo de la reunión, se presenta en el grupo familiar reflejado en el espejo. En el último plano, a través de una ventana parcialmente velada por cortinas, se vislumbra un fragmento del espacio exterior.
Encierro, planos sobre planos, reflejos, segmentaciones, desdoblamientos, todas son marcas que remiten a la experiencia escindida durante la última dictadura militar (1976-1983): el alejamiento de prácticas revolucionarias y la reclusión en la intimidad de la memoria. “La práctica de mis ideas en este momento es mi pintura”, señaló en aquellos años. El artista se remontó al pasado personal en búsqueda de los elementos que lo formaron y que conformaron una generación. Se propuso además la relectura de su propia biografía como punto de partida para la reflexión sobre la historia reciente del país. Así, sostuvo: “La realidad que a mí me importa, y para la cual hago una pintura que creo es crítica, es, por ejemplo, el día de mi primera comunión rodeado por toda la familia; tomo escenas del pasado y coloco objetos que son entre recordados e inventados pero que de alguna manera se van conformando como símbolos de una determinada clase, en este caso la clase media”.