Autorretrato

1912. Alejandro Bustillo.
Óleo sobre tela, 80,5 x 60,5 cm.

El nombre de Alejandro Bustillo (1889-1982) evoca obras claves de la arquitectura nacional: la urbanización de la playa Bristol con el Casino y Hotel en Mar del Plata, la remodelación del Museo Nacional de Bellas Artes, el hotel Llao-Llao, en Bariloche, solo por mencionar tres de los más de 250 proyectos de su autoría. No obstante, antes de optar definitivamente por la arquitectura, Bustillo se dedicó a la pintura, a la escultura y al dibujo, donde creyó encontrar su verdadera pasión.

En Autorretrato el joven artista define su imagen a partir de una equilibrada distribución de luces y sombras. La penumbra rodea la luminosa figura del futuro arquitecto y el uso de una paleta de colores muy limitada acentúa el modelado de la forma, destacando así la sensación de relieve de la cabeza, que parece desprenderse del fondo neutro.

Con esta obra Bustillo ganó el Primer Premio del Salón Nacional de Pintura (1912). Dos años después termina la carrera de arquitectura y comienza una extensa labor en ese campo, guiado por maestros como Alejandro Christophersen y Eduardo Hary.

En 1931 el Autorretrato vuelve a ser premiado: esta vez obtiene la medalla de oro en la Exposición Internacional de Pintura de San Francisco, California, en los Estados Unidos.

El formato de la obra que se muestra en esta pantalla no es el original ya que ha sido modificado por necesidades de diseño.