Juanito Laguna aprende a leer

1961. Antonio Berni.
Óleo y collage sobre tela, 200x 300 cm.
Adquisición a Antonio Berni, 1964.

A fines de los años 50, Antonio Berni (1905-1981) crea el personaje de Juanito Laguna en dibujos y xilografías. Esta obra que elegimos es uno de los primeros óleos referidos al tema. Juanito representa a cualquier niño que vive en una villa miseria y su rostro varía en cada imagen. Juanito, individualizado en esta obra por su gorra blanca, aprende a leer en la precariedad de una pobreza extrema, cuya sordidez se manifiesta en la tonalidad y el empaste generoso. La superficie, con textura opaca y rugosa, presenta uniones y áreas trabajadas con sogas a manera de aparentes remiendos. Otros dos niños sentados en el suelo comparten la lección de lectura; la ropa de todos ellos, de tonos oscuros, exacerba la sordidez de cuerpos demacrados por el hambre. La “maestra”, de pie, muestra frontalmente su humilde atuendo colorido y un rostro que la destaca, como alguien que apenas sabe un poco más y anhela transmitirlo. Para Berni, estas son las condiciones en que aprenden los “Juanitos” que no tienen aula, pizarrones ni bancos; sin embargo, el artista aún conserva cierta dignidad del personaje, que se manifiesta en otras obras de la serie: es un chico que tiene familia, que cuida a sus hermanos, que se reúne para Navidad o le lleva la comida a su padre que trabaja en una fábrica. Mientras tanto, él busca en la basura sus juguetes y mira desde la realidad de su país subdesarrollado al cosmonauta que desde su nave espacial lo saluda.

Para Berni, el collage no es solo una cuestión estética, sino que al incorporar elementos propios del basural denuncia los despojos de la sociedad que margina a Juanito. Al dejarnos ver la marca en las latas abolladas de cera o de pintura, recalca la ausencia de pisos de madera para lustrar o paredes recién pintadas en su vivienda. En palabras de Berni, Juanito “entró a mi narración simplemente a causa de mi deseo de buscar y registrar la realidad viva y característica de los países subdesarrollados, y de testimoniar sobre la terrible apropiación del neocolonialismo, con la pobreza y el retardo económico que implica, con respecto a poblaciones animadas por una voluntad encarnizada de progreso, de trabajo y de lucha.”[1]

Una lectura política de la obra permite comprender cabalmente el enlace entre la imagen, como exponente de la ideología del artista, y la realidad que se pretende modificar.


[1] Le Monde en question, ARC, París, 1967.

El formato de la obra que se muestra en esta pantalla no es el original ya que ha sido modificado por necesidades de diseño.